domingo, 8 de abril de 2012

La Oración

La gramática es la parte de la lingüística que se ocupa del conjunto de reglas que rigen la buena formación de las oraciones que emitimos. Es, por lo tanto, el estudio de la lengua desde un punto de vista formal.

    En gramática, tradicionalmente, se han considerado dos campos diferenciados: por un lado, lo que se ha venido en llamar morfología y, por otro, la sintaxis. En esta parte del libro vamos a estudiar las dos partes juntas, en el llamado plano morfosintáctico, puesto que la forma de las palabras, su estructura y su función en la oración van estrechamente ligadas.

La oración

La oración es la menor unidad gramatical con sentido completo, y un acto de comunicación coherente. Su estructura esta formada por dos constituyentes: el sintagma nominal en función de sujeto y el sintagma verbal en función de predicado. Estos dos sintagmas, a su vez, están compuestos por un núcleo acompañado, normalmente, por otros elementos que lo complementan. También hay algunos enunciados mínimos o secuencia de palabras, como por ejemplo Buenos días!, Dos barras de pan, por favor!, Hala, cállate!, etc., que forman un mensaje, pero no cuenta con la estructura señalada. No lo vamos a considerar oraciones propiamente dichas, sino enunciados no oracionales, o fragmentos, aunque también se les denomina frases.
La oración. Su estructura
Los hablantes al tener que formar mensajes más complejos relacionan unas palabras con otras y forman oraciones, eso sí respetando una serie de reglas. De hecho la gramática tradicional define como la expresión verbal de un juicio. Aun así debe haber en este mensaje o expresión verbal un sentido lógico., concreto y cabal para formarse, o tener en cuentas la situación en que se produce cuando éste carezca de lógica.

Para formar una oración necesitamos al menos dos sintagmas, el sujeto y el predicado:
El sujeto es el sintagma nominal y se suele definir como aquello de lo que se dice algo. En verdad lo que hace es precisar aquello a lo que alude el predicado, y la clase de palabras que utiliza es el sustantivo o equivalente. Esta formado por un núcleo del sintagma nominal y otros complementos que añade mas información a lo que el predicado dice del sujeto.

Algunas veces el sujeto no esta expreso en la oración, cuando esto sucede el sujeto lo señala la persona gramatical del verbo de la oración. Esto es muy habitual cuando el verbo esta en 1.ª o 2.ª persona: como manzanas, Voy al parque, Volveré dentro de un mes… también puede suceder dentro de un grupo de oraciones que forman parte de un texto, donde el sujeto se expresa un numero muy reducido de veces, y esto es debido a que mientras no haya ambigüedad en las oraciones siguientes, no se vuelve a repetir.

Entre el sujeto y el predicado existe una relación de dependencia que se puede observar mediante la concordancia. Consiste en que el sujeto y verbo de la oración deben concordar en número y persona: El niño leyó, Los niños leyeron.

Sin embargo existen algunas excepciones, como cuando el sujeto es colectivo por ejemplo, entonces la concordancia suele ser en singular: Entraba mucha gente. Cuando hay más de una persona gramatical en la oración, la 2.ª domina sobre la 3.ª y la1.ª sobre todas: Él y tú estáis locos, Pedro, tú y yo iremos juntos. La concordancia se caracteriza porque dota de coherencia la relación entre el sujeto y el predicado.

El predicado esta formado por un sintagma verbal, compuesto a su vez por un verbo en forma personal o núcleo, y los complementos, que especifican con mas precisión la referencia a la realidad que nombra el verbo. 

¿Y SI FALTA EL SUJETO?

La impersonalidad

    La impersonalidad se produce cuando, en sentido estricto, la oración no tiene sujeto, por lo que sólo consta de sintagma verbal o predicado. En verdad no es que no lo tengan sino que no lo admiten. Son las llamadas impersonales sintácticas o gramaticales, para diferenciarlas de otras oraciones aparentemente impersonales que no llevan sujeto porque no interesa o porque no se quiere indicar, por ejemplo: Hablan mucho de él, Llaman al telefonillo (Ellos hablan mucho de él, Alguien llama al telefonillo). Las oraciones impersonales son de diversas clases:
   
 Impersonales que indican fenómenos de la naturaleza. Los verbos que se utilizan son denominados verbos meteorológicos y sólo se conjugan en 3.ª persona del singular: llueve, nieva, truena, diluvia, lloviznea, relampaguea… sin embargo en usos figurados recuperan esta posibilidad y adoptan el sujeto: Tronaba la voz de mi padre, Llovieron miles de estrella…

Impersonales con las formas verbales hay y hace, y formas de los verbos ser y estar cuando hacen referencia a las meteorologías o aspectos temporales. Las primeras, hay y hace, son formas verbales inmovilizadas en la tercera persona del singular dl verbo haber y hacer. La segunda, hace, sustituye a la primera cuando se hace referencia al tiempo, aunque también presenta otros usos impersonales. Del mismo modo para analizar si es impersonal hay que fijarse en la relación de los componentes de la oración; así, al introducir el plural en el complemento veremos que el verbo no varía, en el ejemplo anterior permanece el singular, prueba de que no lleva sujeto: se espera a los jugadores.



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