Todo trabajo escrito tiene la finalidad de comunicar algo. Al registrar nuestras ideas, al enviar mensajes, al elaborar algún trabajo escolar, etc., siempre recurrimos a la lengua escrita.
Redactar es poner algo por escrito, y para hacerlo, se requiere cumplir con una serie de normas que aseguren el alcance de su objetivo: la comunicación. Cualquier escritor, antes de entregar un texto para su lectura, dedica tiempo a planear lo que va a comunicar; escribe borradores, corrige y revisa cada párrafo y luego relee y vuelve a analizar el texto completo e introduce los cambios que cree necesarios. De igual forma, es conveniente que el escolar en esta etapa de preparación para el acceso a otros niveles educativos, adquiera el hábito de redactar bajo un esquema predeterminado.
En lo general, quien escribe deberá tener presente, por lo mismo:
- Buscar modelos del tipo de texto sobre el que se tenga que escribir. Si se trata de escribir una crónica, es recomendable ver cómo se escriben las crónicas; si es una noticia, se revisarán noticias; y de igual manera si se trata de un poema, adivinanza, trabalenguas, cuento, etc.
- Dedicar el tiempo suficiente para planear el texto que se desea escribir antes de empezarlo a redactar, reflexionando sobre el propósito que se persigue al escribir, a quién o quiénes va dirigido el texto, qué es lo que se quiere decir y sobre la forma como se puede hacer.
- Elaborar un guión para determinar la estructura de texto.
Guión para la redacción
Para que un escrito pueda ser comprendido es necesario que cumpla con las siguientes condiciones:
- Sencillez: empleando una forma directa de redactar.
- Claridad: utilizando un vocabulario aceptable, sin frases comunes o vulgares que resten mérito a la claridad del escrito, ni tampoco aquellas, que queriendo ser cultas, sólo provoquen confusiones.
- Precisión: al emplear las palabras esenciales para definir lo que queremos expresar.
Una forma práctica de iniciar el trabajo es por medio de la elaboración de oraciones simples sobre el tema seleccionado y para ello, el niño debe recurrir a un plan o borrador estructurado con guiones y esquemas de redacción, los cuales serán la base para generar las ideas en forma organizada.
Después de definir el tema y el aspecto especifico sobre el que se va a escribir, haber realizado una investigación bibliográfica sobre el mismo ampliando la información, de ser posible, recurriendo a otras fuentes como películas, videos, entrevistas, etc., se redactará el guión con los puntos más importantes, organizados en tres partes:
- Introducción o planteamiento del tema que se tratará.
- Desarrollo o presentación de los conceptos que explican el tema seleccionado.
- Conclusiones o el registro de las consecuencias positivas o negativas de todo lo expuesto en el escrito.
Una técnica que puede ser de utilidad para la preparación del guión es la que consiste en elaborar preguntar y respuestas; esto nos permite contar con oraciones simples que a su vez proporcionan las ideas principales de cada párrafo, que serán reforzadas con ideas secundarias o de apoyo y ejemplos, con lo que la redacción mejora notablemente
Guión de redacción
- Modificar el guión y la estructura del texto si es necesario, no importa que el escrito tenga que rehacerse al modificar fragmentos o aumentar o suprimir párrafos.
- Determinar la extensión final de las partes del escrito, considerando como proporciones adecuadas, una quita parte para la introducción, tres quintas partes para el desarrollo y la quinta parte restante para las conclusiones.
- Corregir la forma de la redacción definitiva, revisando la ortografía, la puntuación y la sintaxis.
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